La Dulce Nieve de la Navidad

La navideña Historia comienza de la forma siguiente:

En un pueblo cercano a la ciudad, en las orillas de un río donde siempre jugaban los niños, vivía una familia a la que le encantaba la Navidad y, cuando se acercaban las fiestas, en el Adviento, preparaban el nacimiento junto a la chimenea de la sala de estar de la casa.

Al lado del nacimiento ponían cuatro velas que encendían una cada domingo hasta completar las cuatro en la misma noche antes del día de Navidad. Después, ponían cientos de bombillas rodeando la casa que quedaba completamente iluminada por luces de diversos colores: azules, rojas, amarillas y verdes. Tenían tantas bombillas que, incluso, rodeaban el viejo abeto con todas las luces azules, verdes, rojas y amarillas que les quedaban.

Los dos niños, Angie y Jos, quedaban exhaustos del trabajo que les llevaba hacer todo esto junto a sus padres. Al finalizar la tarea de preparación de la Navidad, encendían la primera vela de Adviento. Sólo dejaban sin poner al niño Dios hasta las doce de la noche del día antes de Navidad cuando todos rodeaban el portal y cantaban Noche de Paz.

 

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